¿Tiene preguntas sobre el COVID-19 y la vacuna?

Abajo verá respuestas a algunas preguntas frecuentes sobre la vacuna y el COVID-19. Si no encuentra aquí la información que busca, por favor llame a la Línea de Directa sobre COVID-19 de Montefiore-Einstein: 1‑844‑444‑CV19 (844‑444‑2819).

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Vacunación y vacunas contra el COVID-19

Montefiore ha recibido dos vacunas, la de Pfizer/BioNTech (Pfizer) y la de Moderna. Tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna vienen en una serie de dos dosis. La vacuna que reciba para su segunda dosis será la misma que recibió para la primera.

Por favor, clique abajo para obtener información del CDC sobre las dos vacunas:

Montefiore empezó a vacunar a sus empleados el 15 de diciembre de 2020.

En cumplimiento con las pautas del Departamento de Salud del Estado de Nueva York (NYSDOH), Montefiore-Einstein tiene el placer de administrar la vacuna contra el COVID-19 a las personas elegibles. Para ver si ahora mismo eres elegible para vacunarte contra el COVID-19, por favor, consulta los criterios de elegibilidad del NYSDOH, aquí.

Con el fin de protegerlos mejor contra el COVID-19, los padres y cuidadores pueden vacunar en Montefiore a sus hijos de 6 meses a 4 años. Para programar una cita para su hijo de 6 meses a 4 años, llame al 1-844-444-CV19 (1-844-444-2819) y seleccione la opción 1.

Todos los pacientes de 6 meses a 17 años de edad que vayan a ser vacunados contra el COVID-19 deben estar acompañados de un padre o tutor legal.

Todos los adultos pueden programar una cita de vacunación contra el COVID-19 para sí mismos o para sus hijos mayores de 5 años mediante una cita en línea.

Si necesita asistencia, por favor llame a nuestra línea directa al 1-844-444-CV19 (1-844-444-2819) y seleccione la opción 1.

Todos los pacientes de 6 meses a 17 años de edad que vayan a ser vacunados contra el COVID-19 deben estar acompañados de un padre o tutor legal.

Los adultos mayores de 18 años son elegibles para recibir cualquiera de los siguientes refuerzos (boosters) de la vacuna contra el COVID-19:

  • Pfizer/BioNTech (al menos cinco meses después de la segunda dosis)
  • Moderna (al menos cinco meses después de la segunda dosis)

Los niños de 5 a 17 años son elegibles para recibir la dosis de refuerzo de Pfizer/BioNTech contra el COVID-19, al menos cinco meses después de que les hayan administrado su segunda dosis.

 

Si usted pertenece a alguna de estas categorías, puede hacer clic aquí para empezar a programar su cita y para averiguar si una tercera dosis (o dosis de refuerzo) de la vacuna contra el COVID-19 sería adecuada para usted. Si necesita ayuda, llame a nuestra línea directa al 1-844-444-CV19 (1-844-444-2819)  y pulse 1 para programar su cita de vacunación.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han aprobado la dosis de refuerzo de COVID-19 para todos los adultos mayores de 18 años que hayan recibido su segunda dosis de la vacunas de ARNm de Pfizer (hace al menos cinco meses) o de Moderna (hace al menos seis meses), o la vacuna de dosis única de Janssen, o Johnson & Johnson, hace al menos dos meses. Cualquiera de las vacunas contra el COVID-19 se puede utilizar como booster, independientemente de cuál haya sido el producto de vacunación inicial.

Los adolescentes de 12 a 17 años son elegibles para recibir la dosis de refuerzo o booster de Pfizer/BioNTech contra el COVID-19, al menos cinco meses después de que le hayan administrado su segunda dosis.

Segunda dosis de refuerzo

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han actualizado sus pautas para autorizar la administración de la segunda dosis de refuerzo de ARNm, al menos cuatro meses después de haber recibido su primera dosis de refuerzo, a los siguientes grupos:

  • Personas de 50 años en adelante
  • Personas de entre 12 y 49 años de edad con inmunodepresión moderada o grave 

Además, las personas mayores de 18 años que hayan recibido su primera dosis de Jansen (Johnson & Johnson) y el refuerzo también de Jansen, pueden recibir una dosis de refuerzo de ARNm al menos 4 meses después de su primera dosis de refuerzo.

Puede hacer clic aquí para empezar a programar su cita y para averiguar si una tercera dosis (o dosis de refuerzo) de la vacuna contra el COVID-19 sería adecuada para usted. Si necesita ayuda, llame a nuestra línea directa al 1-844-444-CV19 (1-844-444-2819) y pulse 1 para programar su cita de vacunación.

La tercera dosis de la vacuna solo ha sido aprobada para pacientes que hayan recibido dos dosis de las vacunas de Pfizer/BioNtech o de Moderna, o la dosis única de la vacuna de Janssen (Johnson & Johnson). Esto puede cambiar en función de las decisiones de las autoridades de salud estatales y federales. Recomendamos a los pacientes que hablen con su proveedor de atención médica para obtener más información. 

Debe estar preparado para mostrar un comprobante de haber recibido la vacunación previa, como su tarjeta de vacunación del CDC. Necesitará esta tarjeta para documentar que ha recibido su tercera dosis. 

Todas las vacunas contra el COVID-19 actualmente en desarrollo, y las que están disponibles, están siendo o han sido diseñadas para generar una respuesta inmune contra una parte específica del virus SARS-CoV-2; dicha parte es esencial para que el virus penetre en las células humanas y cause la enfermedad: la proteína S o spike. Se trata de una proteína que sobresale de la membrana del virus con la que se adhiere a la célula humana y penetra en ella. Esta proteína se enlaza a un receptor de la célula humana y le da paso a su interior, donde el virus empieza a replicarse. Si se consigue impedir el acceso del virus a la célula, está no podrá ni producir la enfermedad ni hacerse infecciosa. La vacuna causa la producción de anticuerpos dirigidos específicamente contra la proteína S, evitando así que dicha proteína se adhiera al receptor de las células humanas.

No. Ni la vacuna de Pfizer ni la de Moderna contienen virus SARS-CoV-2. Lo que sí contienen es esa pequeña parte del código genético del virus llamada ARNm, que le dice a la célula cómo producir la proteína S. La vacuna está diseñada de manera que el ARNm que lleva dentro penetre en las células musculares con instrucciones para que las células musculares produzcan la proteína S. Cuando las proteínas S salen de la célula muscular, estimulan una respuesta del sistema inmune para actuar contra esa proteína. Digamos que la vacuna adiestra al sistema inmune para reconocer la proteína S del SARS-CoV-2 de manera que si usted se ve expuesto al SARS-CoV-2 después de ser vacunado, estará protegido ante una posible infección. Los datos obtenidos de los ensayos con estas vacuna indican que es muy eficaz, especialmente para proteger contra infecciones graves.

Los datos disponibles sugieren que las vacunas tipo ARNm contra el virus SARS-CoV-2 son seguras. Tras revisar todos los datos procedentes de los ensayos clínicos de las vacunas, la FDA aprobó las vacunas de Pfizer y Moderna para uso de emergencia. Además, el Estado de Nueva York incorporó un nivel adicional de verificación para garantizar la seguridad de la vacuna contra el COVID. Tras la aprobación de la FDA, los expertos del Grupo de Trabajo Consultivo Clínico Independiente del Estado de Nueva York de la Vacuna Contra el COVID-19 cotejaron minuciosamente la investigación antes de recomendar cualquier vacuna a los neoyorquinos. El 18 de diciembre de 2020, las vacunas de Pfizer y Moderna también fueron aprobadas por el Grupo de Trabajo Consultivo Clínico Independiente del Estado de Nueva York de la Vacuna Contra el COVID-19.

Hasta la fecha, de las más de 30,000 vacunas administradas en Montefiore, no se ha reportado ningún efecto secundario grave a largo plazo. Dado que la misión de la vacuna es provocar una respuesta inmune, algunas personas presentan algunos efectos secundarios leves tras recibirla. Los síntomas más frecuentes son:

  • Dolor en el lugar de la inyección
  • Fatiga
  • Enrojecimiento de la cara
  • Dolores musculares y de cabeza
  • Sudor y hormigueo en manos o brazos
  • Fiebre durante un día

Los efectos secundarios son relativamente poco frecuentes; no obstante, observamos a todos aquellos que reciben la vacuna.  Si alguien experimenta algún efecto secundario, le observaremos en función de sus síntomas.

Varias horas después, al día siguiente de ser vacunado, podría experimentar síntomas leves como dolores musculares y fiebre baja. Esos síntomas, que desaparecerán al cabo de un día aproximadamente, indican que su sistema inmune está reaccionando de manera adecuada. Si pasado ese tiempo los síntomas no remiten, llame a su médico y coménteselo. Estos efectos secundarios pueden observarse con mayor frecuencia después de la segunda dosis o en pacientes que hayan tenido COVID-19 con anterioridad. 

Las vacunas contra el SARS-CoV-2 no contienen huevo ni productos derivados del huevo, así que ese tipo de alergia no debe impedirle vacunarse. Las personas alérgicas al polietilenglicol, que es el componente principal de MiraLAX® y Golytely®, o al polisorbato, deben hablar con su médico antes de ser vacunadas. La vacuna no contiene látex ni conservantes.

No. La vacunación no es sino uno de varios pasos para controlar la pandemia de COVID-19. Pasarán muchos meses hasta que todos los empleados y pacientes del hospital estén vacunados, y muchos meses más hasta que el virus SARS-CoV-2 deje de circular en la comunidad. Por tanto, es fundamental que continúe llevando la mascarilla, manteniendo la distancia social y lavándose las manos con frecuencia para reducir la transmisión de infecciones. La vacunación e inmunización de la comunidad es un paso muy importante que conducirá, finalmente, a la relajación de las medidas sobre el uso de mascarillas y de distanciamiento social.

Las vacunas de Pfizer y Moderna tienen, según los informes, más del 94 por ciento de efectividad para prevenir la enfermedad; esto quiere decir que sigue existiendo una pequeña posibilidad de que enferme por COVID-19 incluso después de haberse vacunado. Sin embargo, cada hay más datos de que las personas que enferman de COVID-19 tras recibir la vacuna, tienen una probabilidad mucho menor de desarrollar síntomas graves.

Si tiene COVID-19, tendrá esperar a recibir la vacuna hasta que se haya recuperado de esa infección. No debe vacunarse si:

  • Se está sintiendo mal
  • Ha dado positivo en un test de COVID-19 en los últimos 10 días
  • El Departamento de Salud del Estado de Nueva York le ha pedido que permanezca en cuarentena

Se han reportado en todo el mundo casos de reinfección del virus causante del COVID-19. Por tanto, usted puede y debe ponerse la vacuna contra el SARS-CoV-2 aunque ya haya tenido COVID-19 o aunque haya dado positivo en la prueba de anticuerpos. Sin embargo, se recomienda que espere hasta que se haya recuperado por completo de la enfermedad; si ha dado positivo por COVID, pero es asintomático, debe guardar 10 días de cuarentena.

Además, si le han hecho una infusión de anticuerpos monoclonales, se recomienda que espere 90 días antes de ser vacunado. Durante este período, debe mantener las máximas precauciones de salud pública para protegerse de la enfermedad.

Para una protección máxima contra el COVID-19 se recomienda ponerse las dos dosis.

Las embarazadas tienen un riesgo mayor de enfermar gravemente de COVID-19, y una vacuna puede evitarlo lo cual les ayudará tanto a usted como al feto. A partir de los conocimientos disponibles hasta el momento, los expertos creen que es poco probable que las vacunas contra el COVID-19 representen un riesgo para las embarazadas; es más, el CDC recomienda que haya vacunas disponibles para mujeres embarazadas o lactantes.

Dado que en los ensayos clínicos no hubo una participación significativa de embarazadas, se recomienda que comente los riesgos y beneficios de la vacuna con su obstetra.

Las personas inmunodeprimidas pueden ser vacunadas y, aunque aún no hay información suficiente, es posible que tengan una respuesta inmunitaria reducida a la vacunación. Animamos a quienes tengan enfermedades que afecten al sistema inmunitario, como el cáncer, y que estén en quimioterapia, a que consulten a su médico para decidir cuándo sería el momento más seguro de vacunarse.

La vacunación no es sino uno de varios pasos para controlar la pandemia de COVID-19. Seguramente pasará algún tiempo hasta que el virus deje de circular por la comunidad. Así que determinadas actividades como viajar para visitar a amigos y familiares, seguirán siendo arriesgadas, durante al menos varios meses después de una campaña de vacunación generalizada. Si usted decide hacer cualquiera de estas actividades, siga usando mascarilla y practicando una rigurosa higiene de manos y distanciamiento social, hasta que las autoridades de salud pública relajen estas medidas.

Los datos obtenidos a partir de ensayos de vacunas a gran escala sugieren que las vacunas disponibles para los empleados y pacientes de Montefiore son muy eficaces en la prevención de infecciones por COVID-19 en personas vacunadas. Sin embargo, aunque se haya demostrado que las vacunas previenen la enfermedad, aún faltan datos sobre la prevención de la transmisión. La vacunación, junto a otras medidas de prevención de infecciones como el uso de mascarilla, el distanciamiento social y la higiene de manos, reducirá significativamente su riesgo personal de infección (y el riesgo para las personas que convivan con usted). Aún así, todavía es posible que las infecciones se propaguen dentro de la comunidad, especialmente cuando las personas se reúnen sin mantener distancia social y sin llevar mascarilla. El uso de mascarilla, el distanciamiento social y una buena higiene de manos deberán seguir formando parte de nuestra rutina diaria, incluso para aquellos que estén vacunados.

No. Esta vacuna no contiene ADN (la molécula que conforma nuestro código genético). Lleva tan solo una pequeña sección de ARN encargada de hacer que las células musculares produzcan temporalmente proteínas S. Este ARN, ni pasa a formar parte de nuestro ADN ni se transforma en ADN.

No. La vacuna no afecta a la fertilidad.

Múltiples estudios publicados recientemente demuestran que las vacunas de ARNm autorizadas siguen protegiendo contra variantes preocupantes, incluida la Delta, que ahora mismo es la predominante en Estados Unidos. La efectividad de las vacunas para evitar hospitalizaciones y fallecimientos es alta en todas las variantes de SARS-CoV-2. Un estudio reciente dirigido por Public Health England  y publicado en el New England Journal of Medicine*, demostró un 88% de efectividad de las vacunas contra la enfermedad sintomática y un 96% de efectividad contra la hospitalización entre personas vacunadas con la pauta completa (>14 días después de la segunda dosis). 

La mejor manera de frenar la progresión de las variantes es vacunar a la mayor cantidad de personas posible, porque los virus solo experimentan cambios genéticos al propagarse de una persona a otra. Al detener la transmisión del virus, se le niega a éste la posibilidad de mutarse.

*(López Bernal J NEJM Julio de 2021)

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Preguntas Frecuentes sobre el COVID-19: Variantes

El SARS-CoV-2 es el virus causante del COVID-19 y almacena su información genética en el ARN.  Cuando el SARS-CoV-2 se multiplica en las células de la gente, se pueden producir mutaciones o cambios en su ARN. Esta versión ligeramente modificada del virus sigue replicándose y se convierte en lo que conocemos como una variante. Una variante es una versión del virus con un número de mutaciones suficiente como para ser considerada una nueva rama familiar del virus.

SARS-CoV-2. Las mutaciones virales y las nuevas variantes son controladas continuamente por los científicos mediante un seguimiento secuencial, estudios de laboratorio e investigaciones epidemiológicas.  Las variaciones del SARS-COV-2 que se propagan a gran escala y manifiestan un comportamiento diferente al de la cepa parental se denominan variantes de interés. El SIG, una agencia del gobierno estadounidense, ha identificado una serie de variantes de comportamiento preocupante. Una variante preocupante (VOC, en sus siglas en inglés) es aquella que aumenta la tasa de transmisión y que causa síntomas más severos (y, por tanto, más hospitalizaciones y muertes), así como una reducción significativa en la eficacia de los anticuerpos generados durante las infecciones previas, o vacunaciones, y más fallos de detección en pruebas de diagnóstico. 

Las variantes B.1.1.7 (Alfa), B.1.351 (Beta), B.1.617.2 (Delta) y P.1 (Gamma) que circulan en Estados Unidos se consideran preocupantes.

La variante B.1.617.2, o Delta, es la variante preocupante del SARS-COV-2 que circula actualmente.  Se identificó inicialmente en el sureste asiático en diciembre de 2020 y no tardó en convertirse en la cepa predominante del virus, tanto en el sureste asiático como en el Reino Unido.  La variante Delta se detectó por primera vez en Estados Unidos en marzo de 2021.  Según estimaciones del CDC, a finales de julio la variante Delta ya era responsable del 80% de los nuevos casos de COVID-19 en EE UU.  La variante Delta tiene una tasa de transmisión un 50% mayor que la Alpax que, a su vez, era un 50% más contagiosa que la cepa original de SARS-CoV-2.  En un entorno en el que no se apliquen medidas de mitigación –o sea, donde nadie esté vacunado ni lleve mascarillas– se estima que da persona infectada con la cepa original contagiaría a un promedio de 2.5 personas.  En un entorno idéntico, la variante delta pasaría de un individuo infectado a un promedio de entre 5 y 8 personas.

Múltiples estudios publicados recientemente demuestran que las vacunas de ARNm autorizadas siguen protegiendo contra variantes preocupantes, incluida la Delta, que ahora mismo es la predominante en Estados Unidos. La efectividad de las vacunas para evitar hospitalizaciones y fallecimientos es alta en todas las variantes de SARS-CoV-2. Un estudio reciente dirigido por Public Health England  y publicado en el New England Journal of Medicine*, demostró un 88% de efectividad de las vacunas contra la enfermedad sintomática y un 96% de efectividad contra la hospitalización entre personas vacunadas con la pauta completa (>14 días después de la segunda dosis). 

La mejor manera de frenar la progresión de las variantes es vacunar a la mayor cantidad de personas posible, porque los virus solo experimentan cambios genéticos al propagarse de una persona a otra. Al detener la transmisión del virus, se le niega a éste la posibilidad de mutarse.

*(López Bernal J NEJM Julio de 2021)

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Preguntas frecuentes sobre COVID-19

Nuestros hospitales, departamentos de emergencias y centros ambulatorios están abiertos para servir a la comunidad. Todos nuestros centros son seguros y están limpios y preparados para darle la atención que necesita. Para programar una cita, por favor llame a la consulta de su médico. Si necesita ayuda para buscar un médico, llame a 1-800-MD-MONTE (800-636-6683).

También puede programar una cita o solicitarla con cualquiera de sus médicos a través de MyChart. Haga clic aquí para iniciar sesión. Nuestros médicos también pasan consulta virtualmente por teléfono o video, una opción conocida como “telesalud”. Obtenga más información sobre las vídeo visitas médicas aquí.

El COVID-19 es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que se propaga de persona a persona. Esta enfermedad está causada por el coronavirus SARS-CoV2, que es un virus "nuevo"; esto quiere decir que nunca, hasta ahora, se había detectado en humanos. Se identificó por primera vez durante una investigación sobre un brote en Wuhan, China.

El virus puede propagarse de persona a persona, es decir: es posible contraer el virus si entra en contacto cercano con alguien que tenga COVID-19. También está en riesgo si vive o entra en contacto cercano con alguien haya viajado a áreas de propagación continua en el extranjero (China, Corea del Sur, Italia o Irán) o aquí en EE.UU., (Washington, Ciudad de Nueva York, San Francisco, etc).

Se cree que el virus se transmite de persona a persona a distancias de menos de 6 pies (2 metros) a través de gotitas respiratorias cuando la persona infectada tose o estornuda. También es posible contraer el virus tocando cualquier superficie u objecto infectada, y luego tocarse la nariz, los ojos o la boca. El virus puede sobrevivir en determinadas superficies durante periodos prolongados de tiempo.

Los síntomas notificados por personas con COVID-19 varían desde aquellos que presentan síntomas leves hasta quienes se enferman gravemente. Los síntomas pueden aparecer 2 a 14 días después de la exposición al virus. Las personas con estos síntomas o combinaciones de síntomas pueden tener COVID-19:

  • Tos
  • Dificultad para respirar (sentir que le falta el aire)

O al menos dos de estos síntomas:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Temblores y escalofríos que no ceden
  • Dolor muscular
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Pérdida reciente del olfato o el gusto
  • Diarrea

Esta lista no incluye todo. Consulte a su proveedor de servicios médicos por cualquier otro síntoma grave o que lo preocupe.

Algunos pacientes desarrollan neumonía en ambos pulmones; experimentan insuficiencia multiorgánica y, en algunos casos, llegan a morir por estas y otras complicaciones. Muchas de las personas con complicaciones más graves tienen un sistema inmunitario comprometido por otras afecciones médicas subyacentes o forman parte de una población considerada vulnerable debido a su edad.

Los anticuerpos monoclonales se crean en el laboratorio y al igual que los anticuerpos naturales, combaten las infecciones antes de que estas se propaguen. Hay estudios que muestran que cuando se administran anticuerpos monoclonales por vía intravenosa a personas de alto riesgo a quienes se ha diagnosticado COVID-19, es posible evitar síntomas graves que acaban terminando en ingresos hospitalarios.

El tratamiento de anticuerpos monoclonales se administra mediante terapia intravenosa en una vena del brazo y dura aproximadamente una hora. Aunque las reacciones alérgicas a esta terapia son extramadamente infrecuentes, los pacientes son evaluados por una enfermera especializada que los monitoriza por si se diera alguna reacción de este tipo. La cita completa tiene una duración de unas tres horas; a continuación, los pacientes reciben una visita telefónica de seguimiento (follow-up). Varias semanas después, se lleva a cabo una cita de telesalud con un médico especialista en enfermedades infecciosas que supervisa el proceso de recuperación y los síntomas.

Más información

Comente con su médico si este tratamiento es adecuado para usted.

Para calificar, debe haber dado positivo en un test reciente de COVID-19; debe presentar síntomas de leves a moderados que se puedan controlar sin necesidad de administrar oxígeno, y pertenecer a una de las categorías de alto riesgo que se mencionan en el siguiente párrafo. El tratamiento con anticuerpos monoclonales no es para pacientes hospitalizados.

Las personas que califican para la terapia de anticuerpos monoclonales deben tener un alto riesgo de desarrollar COVID-19 grave; este grupo incluye a las personas de 65 años o más con afecciones como enfermedad renal crónica, diabetes, hipertensión, enfermedad de las arterias coronarias, obesidad y EPOC. Las personas inmunodeprimidas a causa de enfermedades como el cáncer, el lupus o la anemia de célula falciforme, o los receptores de trasplantes de órganos, también son candidatos para el tratamiento. Las embarazadas y los pacientes de alto riesgo menores de 21 años también pueden calificar.

Más información

  • A menos que sea un trabajador esencial, debe quedarse en su casa.
  • Evite la proximidad con personas enfermas.
  • Siga pautas estrictas de distanciamiento social de al menos 6 pies (2 metros) con los demás, y evite todo contacto físico con la gente cuando salga de su casa.
  • Lávese las manos con frecuencia con jabón y agua fría o caliente durante al menos 20 segundos. Si no puede lavarse las manos, use desinfectante para manos con al menos un 60% de alcohol. El desinfectante de manos debe usarse solo si no tiene a agua y jabón en ese momento.
  • Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar.
  • Tápese la nariz y la boca con un pañuelo o una bufanda en caso de que tenga que salir a algún recado necesario. NO use mascarillas quirúrgicas profesionales; son escasas y el personal médico de emergencias y demás profesionales de la salud las necesitan para protegerse cuando tratan a personas infectadas.

El distanciamiento social es una práctica de salud pública que tiene como objetivo evitar que las personas enfermas entren en contacto con personas sanas para reducir las oportunidades de transmisión de determinadas enfermedades. Puede consistir en medidas a gran escala, como la cancelación de eventos grupales o el cierre de espacios públicos, así como decisiones individuales como evitar las multitudes.

  • Quédese en casa cuando esté enfermo y aíslese. Si vive con otras personas, trate de quedarse en una habitación individual y use mascarilla.
  • Tosa o estornude siempre en un pañuelo desechable; luego bótelo y lávese las manos.
  • Limpie y desinfecte todas las superficies que toque durante su enfermedad.
  • Lávese las manos con frecuencia.

 

Si ha viajado o se ha encontrado con alguien que ha viajado a un área afectada, limite sus movimientos o interacciones con otras personas durante las próximas dos semanas. Si comienza a desarrollar síntomas graves durante este período de tiempo (es decir, dificultad para respirar), consulte con un médico. Llame al consultorio de su proveedor e infórmeles sobre sus síntomas y viajes. Le informarán cómo recibir atención sin exponer a otras personas al virus.

Si no está enfermo y trabaja en un entrorno médico u hospitalario, cúbrase la nariz y la boca con alguna prenda como una bufanda o un pañuelo en caso de que necesite salir a comprar algo necesario; pero no use una mascarilla quirúrgica: son escasas y el personal médico de emergencias y demás profesionales de la salud las necesitan para protegerse cuando tratan a personas infectadas.

Si tiene síntomas como toses o estornudos, lleve mascarilla para prevenir el contagio a otras personas.

Si está cuidando de algún paciente con COVID-19, lleve mascarilla siempre que esté en contacto con esa persona.

En estos momentos sigue habiendo un número limitado de tests. Se trata de un nuevo virus y por tanto se ha tenido que desarrollar un nuevo test; esa es la razón por la que no hay tantos de esos kits como quisiéramos. Si un médico determina que hay que realizarle un test de COVID-19, su muestra se enviará a un laboratorio para ser analizada.

Recuerde, un test no es un tratamiento ni una curación. Si presenta síntomas, quédese en casa y manténgase alejado de los demás. Redoble sus esfuerzos en el lavado de manos y la limpieza de superficies manoseadas. Los trabajadores de áreas esenciales que presenten síntomas tendrán que permanecer autoaislados en sus casas durante una o dos semanas; eso no significa necesariamente que tengan que hacerse el test.

Los Mobile Testing Sites, o centros de pruebas móviles, son instalaciones urbanas para hacer el test del COVID-19 con seguridad, evitando la propagación comunitaria; en estos centros se realiza el test a la personas sin necesidad de que éstas salgan de sus vehículos. Estos centros de pruebas están disponibles solo después de una cita previa a personas que hayan dado positivo en una evaluación previa (screening) y que tengan un riesgo elevado de sufrir síntomas graves.

  • Quédese en casa excepto para recibir atención médica urgente. Evite el uso del transporte público para reducir la propagación del virus.
  • Aíslese en una habitación específica de su casa para proteger a los miembros de su familia, y use un baño separado en la medida de lo posible.
  • Llame al consultorio de su médico o al centro de salud de antemano; es decir, antes de acudir en persona Le informarán de cómo obtener atención médica y garantizar la seguridad de los demás pacientes.

 

  • Todos los pacientes pueden estar acompañados de una visita a la vez durante el periodo de visitas ampliado, que será de 2pm a 6pm todos los días de la semana. Las únicas visitas permitidas fuera de este horario será en aquellos entornos considerados excepcionales: parto y maternidad, pediatría, cuidados paliativos, geriatría, pacientes dados de alta y aquellos con impedimentos cognitivos o del desarrollo.
  • Las visitas deben ser mayores de 18 años. Los pacientes pueden tener dos personas de apoyo designadas que se pueden alternar.
  • Se pedirá a las visitas que hablen con un miembro del personal de la unidad antes de ingresar a la habitación de cualquier paciente, y que sigan todas las instrucciones del personal.
  • Los pacientes que tengan una cita para procedimientos ambulatorios pueden tener una persona de apoyo para asistirles.
  • Las visitas serán examinadas en la entrada para comprobar su temperatura, y posibles síntomas y exposición a la enfermedad. Se les pedirá que se vayan en caso de que presenten síntomas.
  • Las visitas deben llevar una mascarilla al entrar y deben tenerla puesta durante todo el tiempo que permanezcan en el hospital. Si visita a un paciente que sea COVID+, también debe ponerse una bata, guantes y protección para los ojos mientras permanezca en la habitación con el paciente.
  • Las visitas deben permanecer en la habitación del paciente.
  • Las visitas deben practicar una rigurosa higiene de manos.
  • A las visitas que no cumplan con estas pautas se les pedirá que se vayan.

 

Nuestros hospitales, departamentos de emergencias y centros ambulatorios están abiertos para servir a la comunidad. Todos nuestros centros son seguros y están limpios y preparados para darle la atención que necesita. Para programar una cita, por favor llame a la consulta de su médico. Si necesita ayuda para buscar un médico, llame a 1-800-MD-MONTE (800-636-6683).

También puede programar una cita o solicitarla con cualquiera de sus médicos a través de MyChart. Haga clic aquí para iniciar sesión. Nuestros médicos también pasan consulta virtualmente por teléfono o video, una opción conocida como “telesalud”. Obtenga más información sobre las vídeo visitas médicas aquí.

  • Use una mascarilla cuando esté cerca de miembros de su familia. Si no puede usar una mascarilla porque le causa dificultad para respirar, pida a los miembros de su familia que usen mascarillas siempre que estén cerca de usted.
  • Cúbrase al toser o estornudar y lávese las manos con agua y jabón inmediatamente. También debe desinfectar cualquier superficie que haya tocado con un desinfectante que contenga entre un 60 y un 95% de alcohol.
  • Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón. Use desinfectante para manos solo cuando no haya agua y jabón disponibles.
  • Limpie todas las superficies de alto contacto todos los días, incluidas mesas, encimeras, perillas de puertas, accesorios de baño, inodoros, teléfonos, teclados, tabletas y mesitas de noche.
  • Asegúrese de limpiar cualquier superficie que pueda entrar en contacto con sangre, heces o fluidos corporales. Estas superficies deben limpiarse con desinfectantes domésticos. Asegúrese de seguir las instrucciones de la etiqueta sobre cómo usar estos productos de manera adecuada y segura.

 

Busque atención médica si su condición empeora (es decir, si tiene dificultad para respirar). Antes de buscar atención médica, asegúrese de llamar a su proveedor de atención médica e informarle que lo están evaluando para detectar COVID-19. Asegúrese de usar una mascarilla antes de ingresar a las instalaciones. Pídale a su proveedor de atención médica que se comunique con su departamento de salud local o estatal. Las personas sometidas a supervisión activa o automonitorización deben seguir las instrucciones proporcionadas por el departamento de salud local.

Si tiene una emergencia médica, debe llamar al 911 e informar al despachador que está siendo evaluado para COVID-19.

Si ha contraído COVID-19, debe permanecer en aislamiento domiciliario hasta que la transmisión a otras personas sea baja. La decisión de interrumpir el aislamiento domiciliario debe tomarse caso por caso en consulta con su proveedor de atención médica. En general, debe permanecer en casa hasta al menos 7 días después de que sus síntomas hayan comenzado, estos estén mejorando y no haya tenido fiebre durante 3 días sin usar medicamentos para reducir la fiebre como acetaminofén (Tylenol) o ibuprofeno (Motrin, Advil , etc.).

Puede enviar a su médico o equipo de salud un mensaje seguro a través de MyChart con cualquier consulta que no sea urgente, o para pedir reposición de medicinas recetadas, citas futuras u otros asuntos. Le responderán dentro de los dos días laborales siguientes.

También puede llamar al consultorio de su médico o a 1-800-MD-MONTE (800-636-6683) para cualquier otra pregunta o inquietud.

Puede solicitar un poder de acceso remoto a los datos médicos de su hijo en MyChart a través de su cuenta de MyChart, haciendo clic en “Salud” y luego en “Compartir mi historial”. Desde allí puede controlar la información visible en “Acceso de familiares y amigos”.

Desde MyChart, los pacientes pueden preregistrarse para sus citas con hasta 5 días de antelación. Podrá actualizar su información de seguro médico y datos personales (número de teléfono, dirección, etc.) así como la información médica (p.e., nuevas alergias o medicamentos) desde su cuenta MyChart. Sugerencia: incluso si no tiene una cita programada, puede actualizar estos datos en MyChart de manera proactiva.

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Con su cuenta MyChart, podrá ver sus resultados de COVID-19 en cuanto se hayan procesado. Haga clic aquí para iniciar sesión.

Si no tiene una cuenta de MyChart, por favor repase las instrucciones que recibió el día del test de COVID-19 o pida los resultados en su consultorio de atención primaria de Montefiore.

Si necesita ayuda para buscar un médico, llame a 1-800-MD-MONTE (800-636-6683).

Recursos de información confiables

Centro de Control y Prevención de Enfermedades

Centro nacional de salud pública más importante de Estados Unidos

NY.gov

Aquí obtendrá las recomendaciones e información de COVID-19 más recientes del Estado de Nueva York

Organización Mundial de la Salud

Agencia de la ONU responsable de la salud pública internacional